jueves, 4 de junio de 2015

BABA DE CARACOL



Crónica del día: En la bonanza de un jueves festivo, recuperado por la causa, como aquel antaño que ha vuelto, con el sol de primavera, en el que tres jueves relucían como el sol...(Jueves Santo, Corpus Cristi y el Día de la Ascensión)... Qué cosas, una pensaba que eso no volvería y, por la parte que me toca, se agradece un día de sosiego entre semana para maullar lo que me dé la gana...

Así que hoy estoy relajada, aunque...

Me lo temía: algún caracol en mal estado se ha debido de colar entre los sabrosos (que anda que no los como yo: picantes, grandes, pequeños...), y la indigestión, por consiguiente, me produce ganas de vomitar. Habrá que fumigar la mata por donde el caracol pasa. Es de la huerta (los de río son otra cosa), y alguna mala baba ha debido generar lo sembrado. Pero nada que no pueda arreglarse con el Corpus en descanso. Eso sí, me tomaré un Motilium, y a otra cosa, mariposa…

Por cierto, hacía tiempo que no disfrutaba, temprano, de la lectura de la prensa diaria. Tengo que decir que la de ayer, con retraso, pero no por eso menos interesante, me ha divertido, sinceramente. 

Crece en mí el especial placer que me propicia la lectura...Ahora estoy enfrascada en los beneficios que le adjudican a la baba de caracol...Pero no sé, en realidad, que maullar, porque como todo en esta vida loca, lo que es bueno para una cosa,  para otras se puede perjudicar, seriamente, a la salud... 

Estaré atenta, también, a la escritura, que, infravalorada, ocupa ríos de tinta...Hay tanto tonto por ahí con un lápiz... Por lo que yo observaré presta con la pluma afilada y la lengua dispuesta. Me subiré, en este día en que los humanos sacan otra vez las andas a desfilar, al tejado a escudriñar, con mis ojos de gata literata, lo que por la calle pasa…

¡Miauuuu!