miércoles, 5 de marzo de 2014

CARNAVAL


Crónica del día: Pasará el Carnaval y nos quedará la máscara adherida a la piel, como un tatuaje imperecedero.

Ella me asustó aquél día con una sábana sobre su cuerpo. Se movía blanca por la habitación de las pérdidas. Quería alegrar, pese a los duelos, mi niñez escondida en sus abrazos. Pero ante la cortina de lágrimas menudas, el fantasma se esfumó y apareció, sonriente, el rostro de la abuela. 

Quizá fue ahí cuando descubrí que el miedo ante lo desconocido, aparentemente feo, puede esconder, vestido de otras formas, lo hermoso.

Siempre me gustó el Carnaval... Y
Ponerme pelos de colores. Como un arco iris.
Ser hada de los bosques. Como deseos cumplidos.
Abuela de chal y luto. Como la más querida.
Trapecista de circo. Como lo que cuesta.
Mujer en pie de lucha. Como la que me habita... 

Vestir un disfraz, para ser la que soy. La que seré. La que se encuentra en cada día. La que bordea las prisas, buscando tiempo en las esquinas. La que ama. La que ríe. La que llora. La que sueña. La que se enfrenta a la hipocresía y doble moral de las gentes. La que vive, y deja vivir, para no morir en el intento. La que trabaja. La que da de comer a los gatos; (porque matar el hambre no es pecado). La que besa para recibir una caricia de vuelta. La que escribe para que las palabras no  callen.  La que, en definitiva, vive el Carnaval que es la Vida.