domingo, 10 de febrero de 2013

EL CARNAVAL DE LOS GATOS.




Crónica del día: Disfrazarse es imitar a la ilusión o imaginar lo que nos gustaría ser, o somos, aunque nos ocultemos tras la "normalidad"

El Carnaval siempre da rienda suelta a lo que permenece oculto en la cotidianidad; por eso es la magia que nos convierte en lo que sentimos,y nos hace reír aunque llevemos sabor de sal en nuestra piel.

Las murgas, las comparsas, se atreven con la verdad disfrazada. Cantan a la calle que no puede ocultar, por mucho que lo intente, lo que camina con traje recién cortado; oliendo a limpio, aunque la mugre se esconda en los pliegues de  piel perfumada.

Os aconsejo un rato distendido para escuchar. España tiene, como los paises más carnavaleros, tradición de disfraz, de escondite, manos negras bajo guantes blancos, y caras pintadas.

Los gatos sabemos lo que cuesta maullar entre el ruido. Cantar sobre los tejados lo que se mueve en el asfalto. Ponerle música a lo chabacano, y no bailarle al agua a quienes quisieran que no hubiera gatos que maullaran, a lo que huele a podrido, por la ciudad.

Que no os den liebre por gato, hombres y mujeres de la calle.
 
Y Feliz Carnaval, donde todo es posible...
 
 

2 comentarios:

  1. Hola Carmen, dicen que de noche todos los gatos son pardos, me parece que quieren hacernos creer que somos ciegos.

    Abrazos.

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  2. Así es Roberto. Menos mal que los gatos no nos dejamos poner el cascabel tan fácilmente.

    Gracias por maullar cerca.

    Abrazos.

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