sábado, 8 de diciembre de 2012

FIESTAS DE GUARDAR.


Crónica del día: Si me gustan los días festivos es porque se puede elegir ponerse bien, o estarse quieta. Los días 6 y 8 de diciembre,  entre col y col, sardinas frescas.



Los gatos preparamos sardinas a la brasa. El fuego arde en la chimenea desde el jueves, porque el ama no trabaja y nosotras, incluido el gato Jorgete, nos relamemos calentándonos tumbados a la bartola. Dicen que es fiesta grande por las calles, que una tal Constitución -y a saber quién es esa, y que peleje tiene, en realidad- se ha hecho fuerte pertrechada de buenos deseos, como si fuera una dama de buena familia que da donativos, aunque luego se gaste en misas la mala conciencia... Pero el caso es que los que deciden lo que deciden, le dedican un día al año a celebrar que...
 
¿Qué?...

La duda en realidad es lo que maullamos por aquí, -porque no sabemos bien, si esa señora hace lo que debe, o lo que le dejan- Claro, que intenciones aparte, el caso es que, si nos asomamos a la puerta para ver lo que pasa bajo los tejados, se nos hiela el hocico de ver los ánimos fríos como la escarcha. Ya ni ponemos la tele para ver las noticias del día, porque, en realidad, nos ponen la carne de gallina, -y los gatos no somos muy de plumas, si no es la de algún pájaro que se despiste- así que nos hemos pertrechado de puertas para adentro dándole a la alacena buena cuenta; porque más vale que comamos mucho ahora, por si algún día tenemos que ayunar...sin ganas y, entre sardina y jamón bodeguero, nos vemos la serie de zombies The Walking Dead-que no dan miedo, ni asco, ni ná, pero entretienen más que la calle, que a veces es vomitiva.

Hoy día 8 dicen que también es fiesta. En honor a una tal Inmaculada y Purísima Concepción. ¡anda que el nombrecico que le pusieron¡ Y a saber si la buena señora fue lo uno y lo otro -permítase a los gatos la irreverencia- porque no comulgamos con ruedas de molino. Pero el caso es que, en su nombre, la calle es un jolgorio de cohetes tempranos que asustan al sueño, y los sueños; y aún huele el aire a cenizas quemadas, de muebles viejos y plásticos contaminantes que anoche dieron buena cuenta las llamas de fuego ardiente. ¡Los humanos a veces se comportan como si les faltara un tornillo de doce puntas¡ Dicen que son luminarias que llegan al cielo donde vive Inma, pero muchas veces llevan olor a chusmarros que se asan en las ascuas para el buen yantar, aprovechando que en las brasas saben a gloria, y, en definitiva, de lo que se trata es de pasar buenos ratos, aunque sean santificados.

Los gatos pensamos que sí, que eso de las luminarias está bien porque falta hace estar iluminados, para ver si se vislumbra alguna luz que no sea cara de (a) pagar, -porque cuesta demasiado el recibo de la luz, como para estar todo el tiempo iluminados.

Pero el caso es que, gracias a esas señoras, España está de fiesta, pese a lo que pesa. Y, en definitiva, es de agradecer.

Otra cosa será el lunes, cuando recordemos que no habría que olvidar que algún milagro tendría que suceder para que parte del mundo deje de ser una porquería...Donde hay que robar hasta un banco de alimentos, para alimentarse... O lucrarse.

Bueno, no queremos los gatos acabar con maullidos que parezcan ladridos, por eso, le daremos gracias a las señoras Constitución e Inmaculada Purísima Concepción, por habernos dejado pasar otros dos días del año, como si nada pasara...

Salud.

Gata Literata.