domingo, 29 de abril de 2012

CHISTEANDO.


Crónica del día: Cuando el gato no tiene que hacer, con el rabo escribe lo que le sale del bolo.
Fdº Clara, la gata.

El tejado me resbala y de un salto me largo a la terraza, donde se respira un aire limpio y fresco a cuenta de la lluvia caída.
Mi ama me tiene a dieta. Dice que menos croquetas y más ejercicio, pero eso sí, si me salgo a la calle, ya está con su cantinela de que no me vaya lejos, ni tampoco cerca, ni que me entretenga olisqueando los rincones callejeros, ni que suba ni que baje; o sea, que me esté quieta y eso, para mí, es más que imposible porque, ¡menuda soy yo¡ Claro, que la culpa la tiene ella, por hacerme la ligadura de trompas que, según le tengo oído no es de un elefante (que a esas se las carga el rey) sino de un tal Falopio que a saber quién será y que tendrá que ver conmigo. Pero el caso es que ni echarme novio puedo; menos un ligue de ocasión: con la de morenos, rubios y tostaos que pasean por mis narices. Me ha convertido en una modosa gata encerrada, sin un lindo gato que llevarse a la canasta…Y eso, no se lo perdono y se la tengo jurá…
Ah, que triste y casto destino el mío.
Como me paso tanto tiempo como monja de clausura, me enciendo la tele un rato, y ¡¡oh que ven mis ojos de pupilas cambiantes¡¡ A humanos gritones y fanfarrones que me dejan los bigotes como escarpias. Así que, apago y me doy una vuelta por internet, aunque como se entere mi ama que le olisqueo sus cosas  se va a poner como una ¡¡desasloquizasquechillanenlatele¡¡ Aunque ella es otra cosa…Se pasa el tiempo dale que te pego a inventarse historias: Que si de amor, de lloros, de reírse un montón… ¡Jo¡, si en el fondo es de graciosilla que pa qué. Y una buenaza, las cosas como son…Hasta parece que fuera gata de tanto que sabe cosas sobre mi y la otra…¡¡Ahhh¡¡ la otra…Venus he oído que se llama…Menuda gatica de los cojo…nes¡¡ Pues que no me quiere ni en pintura…Qué tía, histérica como gata en celo. Cada vez que me ve, me saca los dientes y se le eriza el rabo… Ella, como tiene  más años que Matusalén, es la reina de la casa y yo, la princesa del garaje. Pero el gatico Jorgete me prefiere a mí, -que se chinche- que soy más dulce y sensual, aunque nada sexual -por culpa  del tal Falopio ese- Pero de vez en cuando me abraza y me lleva con él a respirar aire puro, diciéndome lo guapa que soy, y hasta me da besicos en la cocorota. Qué bonico es.
Leyendo un rato por esos mundos de locos, he descubierto que me gusta descubrir qué pasa por la suciedad…perdón, sociedad. Demasiadas cosas no las entiendo, porque yo,  aún soy una gata sin experiencia ni frenesí posible, y me queda mucho maullido qué resolver…
Por poner un ejemplo; yo no sé muy bien para que sirven las monjas, la verdad…Pero las pobres no lo deben estar pasando nada bien, con estos tiempos que corren, y la falta de solidaridad de algunos animales...