viernes, 26 de enero de 2024

Algo se nos fue contigo, Verso



Algo se nos fue contigo, Verso, esta fatídica Navidad. Te quedaste hasta el día de Reyes en una amanecida de escarcha y despedida, tras una lucha sin tregua para intentar que te quedaras .. Pero la muerte siempre es más fuerte y nos desprecia ...Se nos fue contigo la mirada dulce, el corazón amable, la compañía sincera, el amor incondicional... Te hemos amado como ese ser de luz que siempre fuiste, como ese Ángel de las Zarpas Grises que vivirá por siempre en nuestros corazones. Nos has dejado en casa un poco más solos , pero también nos has dejado el mejor aprendizaje. Vuela libre, pequeño.

miércoles, 20 de septiembre de 2023

La gatita que trajo el viento


Ayer, en el silencio de la noche, un alma oscura con mano negra destapa un contenedor de basura y arroja en él a una gatita con sólo unos días de vida. Hoy, he ido al albergue a otro asunto gático y vuelvo a casa con ella. Martina, dice la Niña Buena que le ha puesto de nombre. Me pide el favor que la acoja, la alimente, proteja ... Que no tiene a nadie que la pueda cuidar, tan bebé, y alimentar cada tres horas. Me dice que hasta octubre, porque alguien la quiere, pero aún no está disponible ... Y el gato Jorgete y yo, incapaces de decir que no, volvernos a ser gatipadres para criar a biberón y al desvelo felino, y rescatar del abandono a esta belleza... Claro, que nos estamos preguntando si pasado el mes seremos capaces de desprendernos de ella... Porque va a ser difícil que nuestro corazón cambie y los ojos miren para otro lado...







 

sábado, 17 de junio de 2023

"La Cultura" de matar


Crónica del Día. Opino que los gobiernos, las gentes, pueden usar los eufemismos que les convengan, las metáforas que les vengan bien a sus intereses, y lanzar pulsos al país que les salgan de los votos obtenidos, pero NO, la MUERTE del toro no es Cultura. Como no es la caza, el boxeo, los rallys, ni las bajadas en tirolina… La Cultura es otra cosa, por mucho que al “arte” de matar lo revistan de justificación por la costumbre, tradición…Porque un torero es un matador de toros, y ningún sinónimo de matar es cultura, ni acepción alguna define a la cultura como acción de matar.
No sé cuanto de culto tendrá el torero Vicente Barrera, por mucho que haya rendido culto a la muerte, para ahora ser conceller de la cultura valenciana; pero un matador de toros es matador de toros, y póngase los eufemismos que quieran a lo que es. Lo que sí tengo claro que es una estocada más de las que nos esperan. Una estocada a quienes comprendimos, a tiempo, que no hay arte ni cultura, ni puede haber alegría, solaz ni energía positiva en un albero de sangre y muerte. He ido a plazas de toros, en los tiempos en que la juventud iba a cualquier parte, pero siempre acababa con la cabeza vuelta para no ver la estocada final. Cuando era el corazón el que se me salía del pecho en cada banderilla y la bilis me regurgitaba cordura ante la entrada a matar de los ahora encumbrados a “cultos”, comprendí que una plaza de toros no era mi sitio y jamás volví, ni volveré. Ni siquiera, aunque la vida me permitiera volver a la minifalda, y me atreviera en la fiesta de “la Paloma”, no llevaría mis pasos hacia atrás para “disfrutar” de la locura en la que a los novillos, tiernos, se las mata por igual.
No, no lo revistan de Cultura, porque la Cultura no se merece semejante desprecio. Y sean más honestos (si pudieren) aquellos que han hecho, hacen y harán, si los tiempos no lo remedian, de la muerte de un animal su medio de bien vivir, llamando a lo que hacen por su nombre, porque lo tiene, pero sean valientes, porque de valientes van, pero no insulten a la Cultura, llamando así a la barbarie.
Para el fin de semana recomiendo, a quién le guste Almodovar, claro, la película “Matador”, “… La temática de la película es el amor relacionado con la muerte, y como la muerte para el protagonista puede ser tanto placentera como autodestructiva. Con el fin de presentarnos la muerte, Almodóvar habla del fanatismo taurómaco en España, la relación entre el toro y el torero, para poder compararla con una relación de amor entre personas…” 
Frase “épica” del matador, es la de “A las tías hay que matarlas como a los toros, acorralándolas sin que se den cuenta” Diego Montes.

Gata Literata.

 

domingo, 28 de mayo de 2023

ELECCIONES



Crónica del día: ELECCIONES. Quizá hoy sea el único día que me he despertado con "nostalgia" por el trabajo. Hasta estas elecciones y desde las primeras de 1979, nunca he dejado de estar al pie de urna, es decir, velando porque las jornadas electorales en Tobarra se dieran con normalidad y sin sobresaltos, desde la responsabilidad que administrativamente tenía. Y gracias a mis desvelos y a mis compañera/os, siempre transcurrieron con absoluta tranquilidad y civismo y así ocurrirá hoy que quedan en otras manos. Quizá en algún momento, no obstante, reúna en un anecdotario las que, comprensiblemente, también se dieron en jornadas de nervios electorales y disputas por llevarse el "gato al agua". Anécdotas tengo, sobre todo, para sonreir, porque la "normalidad" no siempre estuvo exenta de momentos "raros" y extraordinarios.

Luego iré a votar, porque ya alejada de responsabilidad adminsitrativa, me queda quizá la más importante responsabilidad por mí misma y quienes me rodean: Votar con conocimiento (causa y efecto), pues las elecciones permiten, como los libros, elegir bien con qué lecturas y con quienes queremos rodearnos mejor como compañeros de viaje.

Gata Literata.

martes, 23 de mayo de 2023

Opinólogos, todólogos, sincericidas y otros ególatras




Crónica del día: Es bueno pararse a reflexionar. Contar miles de segundos antes de decir lo que callarse debe, de opinar sobre lo que no se sabe o dar testimonios solo de parte, porque siempre hay que escuchar en todas direcciones; así sopla el viento y los huracanes pueden derribar muros cimentados solo a la mitad.
Opinólogos, todólogos, sincericidas, ególatras… y ganas de fastidiar demasiadas veces, es lo que más parece abundar…
Leo por acá o por acullá por tanto, me pregunto, qué necesidad tendrán algunas personas en contar lo que dicen que han hecho, les hacen o nunca hicieron. Ven la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio. O cuando insultan, gravemente, porque la feria no les ha ido como se la intentaron montar.
Tantos años, tantos estuve, que el trabajo me enseñó lo conveniente: A guardar silencio, muchas veces. A hablar cuando es necesario. A leer entre líneas, casi siempre… Y lo más fundamental: A dar testimonio, por estar.
Y una sabe… Y calla.

La gente opina, escribe. Se erige en defensora de causas que ni saben si son verdad, y se les hace un lío su propia racionalidad.

La gente cuenta. Algunos se critican a escondidas, pero luego se besan sin intimidad. Otros muerden la mano que les da de comer. Muchos reivindican lo justo. Y demasiados no encuentran el lado bueno de la cama…

Yo no doy ya fe de nada, porque mi fe se acabó de tanto darla. Ni soy de aquellas personas que besan las manos que quisieran ver quemadas… Tampoco voy a salvar la ética de nadie, porque con cuidar de la mía es suficiente.

Pero leo, porque la gente escribe y se describe… Con ironía, con humor, con bilis, con miedo, con rabia, con esmero, con envidia, con placer, con mentira, con dolor, con tiento, con tinta… Y luego está la Literatura, pero eso es otro cantar.

Cada vez tengo más claro que, si pudiera, me compraría unas alas y aprendería a volar. Porque hay terrenos que es mejor observarlos a vista de pájaro, que pisarlos…

Gata Literata.

martes, 4 de abril de 2023

Semana de pasión.

 


El cerro se llena de  ruido y se cubre de malva.

Fuera es Semana Santa.

Los pinos, bajo la gatera, se mecen al compás de las horquillas y los hombros se hunden por el peso  de la fe, o lo que consideran les mueve.

Al mismo tiempo, el tambor acerca su piel a la piel, y es cuerpo y deseo fundidos, porque ahora todo es posible en la Semana de Pasión.

104 horas de ruido no entorpecen la carga del silencio  arrastrado en la Cruz, que tantos cargan, para muchas veces, en descargo de nada.

Pero es el tiempo de que las emociones vuelvan a la calle.  Ahora la Pasión está ahí, a la vuelta de la esquina. Saldremos a encontrarnos con ella... 

Porque los gatos también podemos lamer con suavidad...


martes, 14 de febrero de 2023

SAN VALEGATÍN

 

Georgina se humedeció los labios a los que había dado un toque de rouge y deslizaba las manos por la falda recién estrenada, como queriendo alisar los inexistentes pliegues. La blusa dejaba asomar el canalillo de un escote perfumado, suave, y los pechos apuntaban hacia el espejo.

Sonó el timbre de la puerta. Se ruborizó a la vez que el nerviosismo por el encuentro le aceleraba el corazón tierno. Por fin, después de mucho tiempo, iba a celebrar San Valentín. Se había enamorado y él acudía, por primera vez, a su cita de la noche; para que el día no se perdiera entre el deseo amurallado de sus muslos.

Se habían conocido unos meses antes. Y, sin red, se tiró al vacío de sus ganas. Ahora, aprovechando el 14 de febrero, sabía que había llegado el momento de que el deseo, tanto tiempo contenido, fluyera en éxtasis teresiano; cubriendo de espasmos y ruidos quedos las paredes de su alcoba.

Creía que, por muchos rezos que destinara una vez que San Amor la poseyera, siempre serían pocos para agradecérselo al Santo.

Mientras se dirigía a abrir, recordó que la mejor botella de vino tinto aguardaba el descorche para el momento de saborear los besos. Las flores, colocadas estratégicamente, enmarcarían el salón cuando él atravesara el dintel y la abrazara macerando su piel. La romántica velada prometía sexo y amor, después de degustar las cocochas de merluza.

A Georgina, se le quedó la boca abierta y la lengua entre los dientes.

El repartidor le extendió, entre un saludo mascullado y sucio, la hoja arrugada y rosa donde debía firmar el recibí. Cuando la caja, anudada de rojo carmesí, dio paso al regalo del día de los enamorados, las croquetas de gato saltaron esparcidas por el salón.

La nota, perfumada y caligrafiada con gusto, decía:

Queridísimas gatas:

Con todo mi amor, deseo y esperanza de un futuro juntos. Nunca olvido lo hermosas que sois. La belleza de vuestros ojos y el suave ronroneo que ha colmado mis vacías noches y llenado los días de recuerdos, desde que os conocí, en casa de ella. Os extraño. Me gustaría, en estos momentos, acunaros a las dos, en mi regazo.

Que, San Valegatín, sea, por siempre, el que vele por vuestros maullidos. Espero que vuestra ama, Georgina, os trate con todo el amor que yo os tengo. Os envío, además de las croquetitas de salmón, pollo y verduras, una réplica del cuadro que, un amigo japonés, pintó sobre el santo de los enamorados gatos, para vosotras.

 Siempre vuestro.

Jenaro.